Reciprocidad. Esa palabra quedó flotando en su cerebro. Mucho tiempo. Ella también cree que, en una relación, las cosas deben ser recíprocas. Pero en este caso, ¿con qué vara se mide la reciprocidad? Porque, como tantas otras cosas, aquí la reciprocidad debe definirse de otro modo. Porque en las sombras, las cosas no pueden ser como a la luz del sol.
Ella sabe que está actuando como si se moviera a la luz del sol. Es como si no quisiera entrar en las variaciones permitidas de las sombras. Pero también siente que se le está pidiendo demasiado. Porque ella no tiene certezas. Él seguramente piensa lo mismo, piensa que tampoco tiene certezas. Quizás él no se dé cuenta lo que tiene entre manos.
Ojalá se dé cuenta, porque a ella la entristece sentirse invisible. Tan invisible que corre el riesgo de desaparecer.